Con un lenguaje arquitectónico contemporáneo, sin competir con el tradicional, Li Xiaodong Atelier ha conseguido un edificio que cumple su función física, pero además cumple una función social y espiritual.
Conectando dos viejos castillos en la aldea de Pinghe (provincia de Fujian, China), que está dividida por un arroyo, no quiere ser solo una simple infraestructura. El puente conecta directamente el pasado tradicional chino con el futuro, representado en la escuela que alberga dentro de su esqueleto.
Dos aulas separadas por una estancia pública, que como si de un teatro a la italiana se tratara, pueden levantar el telón, abrirse al escenario natural que las rodea y ver la función de la vida que se representa.
Han conseguido que sea el núcleo que articula la vida social del pueblo, convirtiéndolo en el punto de encuentro. Y qué mejor aglutinante social que la cultura.
Descansando sobre plataformas de hormigón, esta estructura metálica se viste elegantemente con listones de madera.
No he podido evitar recordar, al ver estas aulas escalonadas, al gran Alejandro de la Sota y cómo adapta las suyas, magistralmente, a la gran cercha metálica que las alberga, en su Gimnasio Maravillas de Madrid. En ambos casos, se funden el uso con la función estructural.
Bajo las aulas, otro recorrido alternativo cuelga sobre el arroyo, para evitar distraer a los aplicados alumnos.
Arquitecto: Li Xiaodong/atelier
Localización: Pinghe, Fujian, China.
Superficie: 240 m2
Presupuesto: RMB650,000
Año de construcción: 2008-2009
Fotografía: Li Xiaodong